En medio de los grupos revolucionarios y contrarrevolucionarios se coló un estadounidense que retrató desde las entrañas de la guerra a un país que se desangraba. Esta es la Nicaragua de los 80 a través del lente del Bill Gentile
Por Tammy Zoad Mendoza M.
Fotografías cortesía de William Frank Gentile
Centroamérica ardía. Mientras en El Salvador se encendía una guerra civil entre el ejército y los insurgentes, Nicaragua estallaba con la Ofensiva Final del Frente Sandinista de Liberación Nacional contra la dictadura de Somoza. En Honduras y Costa Rica entraban y salían grupos agitados de uno y otro bando.
Fue entonces, con 28 años, cuando William Gentile llegó a Nicaragua para retratar el principio de una de las épocas más sangrientas. La insurrección popular, la Revolución sandinista y la guerra con los contrarrevolucionarios. El mundo entero posó los ojos en Centroamérica. “Tenía la convicción de que cubrir la guerra en Nicaragua era importante porque era mi país que patrocinaba esa guerra, era importante mostrar al mundo los resultados de la política de los Estados Unidos de América”, dice Gentile, el estadounidense que llegó por primera vez aquí en 1979, como el joven corresponsal de United Press International (UPI), luego reportó el conflicto para ABC Radio y registró para la historia fotografías que le darían la vuelta al mundo en las páginas de Newsweek Magazine.
Cruzando las líneas de fuego en los barrios occidentales de Managua, yendo y viniendo de las montañas del norte o de los llanos de occidente y siguiendo de cerca los agitados procesos de paz. “Bill” Gentile estuvo ahí, en medio de los sandinistas y la Contra, y retrató como nadie una década que marcó la historia del país y la suya. A partir de entonces este fotoperiodista se consagraría como uno de los más temerarios y sensibles en la cobertura de conflictos armados.
“Yo quise hacer un relato no solamente del conflicto, sino del país entero”, señala Gentile, refiriéndose al libro fotográfico Nicaragua (1989), donde recopiló parte de su trabajo aquí. “Para mí Nicaragua no era solamente otra noticia, es algo mucho más profundo. La experiencia más importante de vida profesional y una de las más importantes de mi vida personal, es parte de lo que soy”. Treinta y cinco años después de haber llegado al país, Bill Gentile comparte con Magazine sus impresiones de una guerra que inmortalizó con estas imágenes.
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1987. Los contrarrevolucionarios avanzan por Jinotega. Bill Gentile siguió los pasos de la Contra desde Honduras, donde estaban las bases de esta organización que buscaba derrocar al gobierno sandinista. “Eran entrenados, equipados y asesorados por la Embajada de Estados Unidos y la CIA. Cuando yo traté de entrar a los campamentos de la Contra en Honduras, tuve que ir a la embajada americana para pedir permiso. Había otras maneras también, algunos no hicieron esa ruta. Otras veces solo tenía que mostrar mi carnet de Newsweek y eso me daba entrada, lo mismo hice con el Frente Sandinista”, recuerda Gentile.
En 2002 Bill Gentile regresó para buscar a algunos de los personajes de sus fotografías. En Mulukukú se reencontró con Aurora Jarquín, la madre de un sandinista asesinado durante la guerra, la escena es parte del documental canadiense The World Stopped Watching, que mostraba lo que había pasado en Nicaragua y con las víctimas del conflicto una vez que la prensa internacional se fue del país. Para ella fue una sorpresa; para él, un impacto. “Ella estaba en la ruina después de la muerte de su hijo, su historia y la de Ciriaco, un excontra, me impresionaron”, comenta Gentile. Aquí la fotografía que tomó en 1985.
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1979: EN BLANCO Y NEGRO
Todo empezó en mayo de 1979 cuando William Gentile recibió la llamada de su jefe. El atlético y temerario joven fotógrafo, reclutado desde 1977 por la United Press Internacional (UPI) como corresponsal extranjero en América Latina y el Caribe, debía salir de México rumbo a Nicaragua.
“La gran noticia era Centroamérica, en particular Nicaragua y su insurrección y la guerra civil en El Salvador. Yo llegué unos días antes que se ejecutara la Ofensiva final”, recuerda Gentile.
“Mi primera experiencia de guerra fue en el 79 con la insurrección sandinista”, reconoce Bill Gentile, quien desde entonces ha fotografiado conflictos en El Salvador, estuvo en la invasión de Haití, la guerra del golfo Pérsico y en medio de los combates en Irak y Afganistán.
La muerte le pisaba los talones. Se le escapó aquella vez que le dijo a Bill Stewart, periodista de la cadena de televisión norteamericana American Broadcasting Corporation (ABC), que no lo acompañaría más porque había decidido tomar otro rumbo en la cobertura de la insurrección. Días después miembros de la Guardia Nacional asesinaron a Stewart y Juan Espinoza, su intérprete nicaragüense, cuando realizaban un recorrido en Managua buscando qué reportar para ABC.
A pesar del miedo, había que seguir trabajando. “La Guardia fue debilitándose poco a poco, pueblo por pueblo, ciudad por ciudad los sandinistas venían tomando el poder”, recuerda Bill Gentile. Estelí, Matagalpa, León, Masaya, Managua.
Aquel 20 de julio de 1979 él estuvo en la plaza a la que entraron en fila los camiones cargados de sandinistas que celebraban su triunfo sobre los restos de la Guardia Nacional. “Ese fue realmente un día de esperanza para el país”, recuerda Gentile. “Quienes nos quedamos queríamos saber de qué se trataba eso que llamaban Revolución sandinista. Después vendría la década de los 80...”
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William “Bill” Gentile llegó a Nicaragua a los 28 años como corresponsal de la United Press International (UPI). A sus 63 años Gentile sigue detrás del lente con su proyecto de Periodismo de Mochila.
“Tenías que ir de un lado a otro, era cruzar las líneas de fuego. De la Guardia Nacional al Frente Sandinista. Salíamos con una bandera ridícula que era una toalla blanca del hotel para decir que éramos periodistas y que no dispararan. Pusimos TV en el carro y rezamos para que nadie nos disparara. Eso fue nuestra protección, nadie o muy poca gente tenía chaleco antibalas”, dice Gentile.