Boxeador, activista político y revolucionario de su época. Su bailoteo y golpes lo catapultaron fuera del cuadrilátero. Fue el hombre que logró convertir el box en arte, y con sus acciones edificó una escuela de tolerancia y paz.
Aquí les compartimos, en cuatro pasos, la carrera de Muhammad Alí.
“Cobarde”
Ali se negó a ingresar al Ejército de Estados Unidos para combatir la guerra de Vietnam en 1967. Ali se declaró objetor de conciencia por razones religiosas; este acto lo llevó a que la prensa lo calificara de “cobarde” y fue condenado a cinco años de prisión. Fue absuelto tras pagar una importante suma, sin embargo fue despojado de sus títulos y pasaporte. también se le prohibió boxear durante tres años y medio.
Autógrafo negado
Comenzó a entrenar a los 12 años de edad y se retiró a los 39, tras haber participado en 61 peleas profesionales, llevándose la victoria en 56 de ellas. Allegados afirman que nunca negó un autógrafo a un fanático, ya que cuando era niño le solicitó uno al boxeador Ray “Sugar” Robinson y este se lo negó alegando que “no tenía tiempo”.
“Mensajero de paz”
A los 22 años de edad ingresó a la religión islam y se cambió el nombre a Muhammad Ali, ya que su verdadero nombre era Cassius Clay. Fue un fuerte activista político a favor de los derechos de las personas de color y la paz mundial, lo que le otorgó los títulos de “Mensajero de la paz” de la ONU y fue condecorado con el máximo honor civil por el Gobierno de EE.UU. con la Medalla Presidencial de la Libertad.
Parkinson
Después de las duras batallas contra Joe Frazier, Leon Spinks, Ken Norton y Trevor Berbick, Alí fue diagnosticado con el síndrome de Parkinson en 1984. Los síntomas afectaron completamente un lado de su cuerpo, producto de la enfermedad que mantuvo por tres décadas. Su cerebro tenía un pequeño agujero ubicado en las membranas que separan los ventrículos.