Hablamos con Hernaldo Zúñiga, de Chávez, Ortega, el aborto, los matrimonios gay y por supuesto… también de música y sus raíces
Por Fabián Medina
Hernaldo Zúñiga luce mínimo y rejuvenecido a sus 57 años.Pequeño, delgado y con un puro jugueteando entre sus dedos. Vive en México con su familia, pero de vez en cuando regresa a Nicaragua, quien para él “es como una vuelta al útero”.
Viene,visita amigos, pueblos,se reencuentra con sus sabores y olores y da conciertos. Siempre llena el teatro con un público que le tiene verdadera devoción a sus canciones. Y si bien es cantautor listo a hablar de su música, no rehúye temas políticos y conflictivos como las presidencias de Hugo Chávez y Daniel Ortega, el aborto, Obama y los matrimonio gay, tal como lo demuestra en esta entrevista.
¿Cómo lleva su vida personal?
Llevamos más de dos décadas casados, creo que le pegué en el centro de la diana escogiendo y ella escogiéndome a mí para transitar. Nadie está vacunado de sustos en un futuro porque nunca se sabe.
¿Se acabó el Hernaldo Zuñiga mujeriego?
Yo hace mucho me corté la coleta.Yo no fui mujeriego, fui enamoradizo.
¿ Salirse de ese mundo de la soltería y los noviazgos no le quita la inspiración para escribir canciones sobre eso, enamorarse, el despecho?
Bueno,me quitó un poco de insumos, sin duda. Pero los nutrientes son siempre muy plurales. La literatura, el cine, los amigos... Sí, pagas un precio como artista, porque entran preocupaciones que no estaban. Siempre hay un fuego que apagar y eso te quita muchísimo brillo o intensidad a tu pulsión creadora.
¿Queda tiempo para la familia entre los conciertos?
Yo creo que he logrado una buena administración de mi tiempo. Digamos que soy más libre en eso. Desde hace unos diez años dispongo de bastante tiempo para mi familia, para el cultivo de la amistad, para mí son muy importantes mis afectos. Ocupan el vértice de mi pirámide.
¿Qué tan seguido viene a Nicaragua?
Vengo siempre, una vez al año, por lo menos. Normalmente temporadas cortas.
¿Y cómo encuentra Nicaragua?
Es muy despistante todo. Por un lado las estadísticas me llevan a la cola de la región. Seguimos solo por encima de Haití. Depende de cuando venga haya menor o mayor crispación. Si hay periodos electorales,que me tocó la última, todo mundo estaba alterado y muy polarizado. El país se debe desideologizar. No conozco un país ganador fracturado, separado.Aquí ha habido demasiado sectarismo en base a consideraciones ideológicas o doctrinales. Muchas facturas cobrándose. Y eso paraliza la sociedad.
¿Se reúne con sus viejos amigos?
Mis afectos aquí son del colegio de secundaria. Con algunos tuve la fortuna, por ejemplo Noel Vidaurre, que estudiamos en Chile, luego aparecieron amigos nuevos…No tengo en mi paisaje sentimental un grupo de amigos con el cual, cuando vengo a Nicaragua, me reencuentre.Si hay un reencuentro pero es superficial, es la alegría de ver a alguien que estuvo en tu banda sonora desde la infancia. Mis amigos son más bien recientes.
Cambio la pregunta entonces:
¿Qué raices encuentra en Nicaragua?
¿A qué se siente ligado en Nicaragua?
Hay una sensación de regreso al útero. Tiene que ver con el olor, con la gastronomía, tu familia...
¿Qué hace cuando está en Nicaragua?
Visito a los amigos, amigos que no son de infancia, insisto, sino más bien de adolescencia y lo que vino después. Me gusta pueblear, voy con cierta frecuencia a Granada,León es una ciudad que me encanta. Me falta mucho que conocer porque me anclo sin querer en la zona del Pacífico. Me gusta comer…
¿Qué le gusta comer?
En mi número uno del ranking personal, paella de mariscos y el nacatamal. Después ya entran a pelear muchos otros platos. El vigorón es uno de mis favoritos.Pero es muy difícil encontrar un buen vigorón. Es más fácil encontrar un buen nacatamal.
¿Qué define a un buen vigorón?
La yuca reventada, con sabor tenue pero cierta presencia, la ensalada, me gusta la granadina que le ponen, el mimbro y un chicharrón crocante, con su grasita pero crujiente.
El del parque de Granada tiene esa fama...
A él voy bastante y voy al Zaguán que está ahí al lado…En fin todo eso forma parte de esascosas sutiles que te decía. El acento de la gente que ya yo prácticamente lo perdí, los ojos, hay una mirada del nicaragüense como muy especial, sobre todo en los niños que me recuerda muchos a los niños árabes, hindúes; la sensualidad de las mujeres en general. La nicaragüense es una mujer muy sensual, muy coqueta, camina muy bonito,tiene una cadencia que casi parece impostada, artificiosa y no lo es. Ya vienen de fábrica hechas así (ríe). El sonido de los zanates, los olores...
“La nicaragüense es una mujer muy sensual, muy coqueta, camina muy bonito, tiene una cadencia que casi parece impostada, artificiosa y no lo es. Ya vienen de fabrica hechas así”
¿Y hay algún olor que le traiga recuerdos particulares?
La lluvia. El olor que se desprende…Es pura niñez. Eso me lleva en automático a la niñez .
¿Y hay algo que le golpea de Nicaragua?
Ver que después de tantos años sigue siendo un país muy mal repartido. Mucha pobreza. Y es muy evidente. No es como en otras ciudades que tienes que ir a los barrios marginales. Aquí la pobreza está en todos lados. En el parque de Granada tienes que llevar un hatillo de dinero para dar, y hay gente que te pide directamente de comer. Me pasó el otro día, me levanté, dejé un vigorón y salieron corriendo y se lo llevaron… Para míes muy ofensivo. Es un país mu generoso en recursos naturales, generoso en talento, es pequeñito, muy manejable. Me lo han explicado muchas veces, pero sale todo mundo con muchas materias suspendidas, porque siempre ha sido un país que ha estado mal administrado históricamente. Me voy a morir pero antes voy a ver este país donde creo que debe estar.
¿Por qué?
Es una sensación, una intuición, que me dice que ante que me vaya de aquí, voy a ver a Nicaragua como yo la soñé.
¿Entre sus amistades nicaragüenses hay políticos?
Sí, sí.
¿Y habla con ellos de estas cosas?
Más bien poco. Si no tienes una enorme tradición democrática, se toma muy personal todo. Incluso noto en debates normales que al nicaragüense le cuesta mucho trabajo desprenderse de su ego a la hora de una discusión, incluso de cualquier tipo. No es argumento y contraargumento. Es tú contra mí. Si debates una cosa política se personaliza.
¿Ha tenido relación con el poder?
Sí, tengo conocidos expresidentes.
¿Ha conversado alguna vez con Daniel Ortega?
No, nunca. Hemos coincidido. Con el presidente Bolaños sí, con doña Violeta por supuesto. Pero no en una dimensión política sino personal. Con Alemán no tuve ningún contacto. Con algunos presidentes de Sudamérica, mexicano, español… He tenido conversaciones interesantes con jefes de Estado, sobretodo con jefes de Estado que me interesan por su inteligencia, por su visión, que los hay y muy buenos.
¿Cómo ve la administración de Daniel Ortega?
Veo que hay una preocupación por los sectores más rezagados del país, más allá del cuestionamiento que hubo, que es el tema de la legitimidad. Acordate que yo tengo una formación jurídica y eso te marca a fuego, porque eres legalista. Procuras el respeto del derecho y las instituciones. Y en el rifirrafe político nicaragüense eso se ha dado más bien poco. No solo con la administración Ortega sino en general. Las instituciones han sido pulverizadas, las leyes no son un mandato con la altura que se merece. Es todo acomodable.Además hay una especie de pacto social como que “ok. No pasa nada”, hay un pequeño alboroto y después todo se olvida.
¿Pero dice que tiene esperanza de ver un cambio en Nicaragua Que debe pasar a su criterio para que se cambio se dé?
Creo que es un tema de liderazgo, porque lo vi en la misma Nicaragua, lo vi en tecnicolor en España, que fue una experiencia que marcó mi vida para siempre. Un país de la barbarie absoluta. Yo viví toda la transición…Un país sin carreteras, las señoras vestidas de negro con el rosario en las puertas de los pueblos, analfabetas, pobreza, rezago social, y cómo se pusieron de acuerdo un montón de muchachos jóvenes en sus 30 años…
¿Qué opinión tiene de Hugo Chávez?
Es hijo dilecto de un proceso histórico. Lo parió. Juzgar a un caudillo como Chávez como si cayó como un extraterrestre, se plantó y floreció todo su proyecto, es un dislate. Chávez es la consecuencia y la recurrencia de injusticias, de malos gobiernos, falta de visión de Estado, de carencia de generosidad de los hombres de Estado, de las dirigencias. Lo raro es que no hubiera aparecido antes. A partir de ahí hay que entender el fenómeno Chávez, que no estoy justificando con ello todo lo que sabemos los que creemos en la democracia como el mejor sistema libre para la convivencia pacífica en un país. Es obvia su larga lista de cuestionamientos,pero al final del día, es una especie de chamán que responde perfectamente a un sector muy amplio de Venezuela, está sostenido por un porcentaje alto de la población venezolana... Entonces dice uno ¿cómo me como este plato? a la hora de una pregunta como la tuya.
Obama... ¿qué piensa de él?
Para mí es un presidente, es el primer líder después de Felipe González que me inspiró, que me di cuenta que más allá de sus carencias ha hecho una gran Presidencia,salvó en un tiempo récord a la economía norteamericana, saneó todo el tejido financiero que estaba totalmente destruido.
Su sola presencia el la Presidencia ya es un cambio
Exactamente. Es una especie de monolito de ética. El hecho que sea negro, un negro que habla como blanco, un hombre de mundo…
Y que se pronuncia a favor del matrimonio gay…
¿Por qué le das esa importancia? En el tema de las minorías sexuales, porque no solo son los gay, están los transexuales, se ha sacado un poco de su contexto… A ti mismo te acaba de traicionar tu subconsciente. No has hablado de la reforma de sanidad que es mucho más importante que el gesto de reconocimiento de la minoría gay...
Pero es más escandalosa.
Ahí está. ¿Ves? Eso es lo que tenemos que evitar un poco.
¿Cómo se ubica Hernaldo en esto de los matrimonios gay porque aun no me queda clara su posición?
Es que yo no tengo bronca. Es una minoría que ha sufrido mucho pero ahora tiene mucho poder en función de que fue una minoría sufrida. A mí eso nunca me ha gustado, igual que el tema judío, igual que el tema negro…No sé si me estoy explicando. Tengo amigos homosexuales, mujeres y hombres, y llagan a nuestras reuniones con sus parejas, talvez porque estoy en el mundo de la música donde se destapó mucho antes este especie de gran tabú. Casi se mide como que fuera una medalla. Y no debe ser una medalla. Es una reivindicación que debe ser manejada no como una arma política, ni como una foto para los periódicos.
Otro tema de debate: el aborto…
No podés tapar el sol con el dedo: tenés que normar por su puesto, y normar desde una escala de valores compartidos. Creo que es la mujer en última instancia quien debe determinar qué hacer con su embarazo.
Aquí en Nicaragua está penado todo tipo de aborto.
Alguien un día me lo va a tener que explicar porque eso no existía. Incluso me han dicho que si es violada no puede abortar... Es aberrante. No soy un agente que promueve la idea del aborto que es un episodio horrible y traumatizante para cualquier mujer, pero yo tendría que ser mujer para poder sentir y vivir… Nunca me lo habían preguntado, ni los había externado, no por pudor sino porque nunca me lo habían preguntado, pero creo que ahí se tiene que normar tomando muy en consideración casos específicos y siendo laxos, porque al final del día es la mujer y sus circunstancias los que deberían determinar. Eso es lo que ocurre en el derecho comparado de los países desarrollados.