Tres Canciones a Monimbó

Columnas - 10.08.2018

Los monimboseños son descendientes de los indios chorotegas que llegaron al Pacífico nicaragüense a finales del siglo VI provenientes de México. Es una comunidad indígena que mantiene vivas muchas de las características y tradiciones culturales de sus ancestros, haciendo de la ciudad de Masaya la capital del folklore nacional.

En el cancionero nicaragüense encontramos una trilogía de clásicas canciones dedicadas a este barrio indígena: El Solar de Monimbó, donde Camilo Zapata recrea una estampa danzaria al sonar de la marimba. Monimbó, la canción de Erwing Krüger que nos habla de las artesanías de ese pueblito valiente y trabajador. Y Vivirás, Monimbó, que recogiendo la musicalidad y la rítmica de los pioneros del Son Nica, es compuesta por Carlos Mejía Godoy para exaltar la insurrección de los monimboseños en febrero de 1978, que durante una semana resistió heroicamente con armas artesanales a las tropas élite de la Guardia Nacional, apoyadas por tanques y artillería.

Cuarenta años después Monimbó desafía a otra dictadura. Con atabales, barricadas, danzas y marimbas, morteros y consignas han hecho brotar su chispa rebelde. Dicen que cuando las huestes paramilitares entraron desatando la muerte y la captura, un viejito canoso y barbuchín lanzaba desde las barricadas bombas de contacto con una puntería asombrosa, se le veía en las bocacalles, luego agazapado detrás de los adoquines, después salía ágilmente hacia otra posición y al final de la escaramuza desaparecía. Dicen que es San Jerónimo. Cuando los vencedores escriben la historia, el pueblo crea el mito.

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