Uno de los platos emblemáticos de la Taska Kiko es la mariscada. Este gustoso platillo se conforma de langosta, camarones enteros, mejillones de concha grande, pescado, róbalo o corvina, en dependencia de la temporada, y pulpo cocido. Es una exquisita comida ligera que se sirve acompañado con pan caliente y puede degustarse con vino blanco.

La mariscada se prepara poniendo mariscos frescos en una plancha, con sal gruesa y aceite de oliva extravirgen. Luego se retiran cuando están cocinados pero jugosos. En un pequeño sartén aparte se calienta aceite de oliva extravirgen. Cuando el aceite empieza a hervir se le pone el ajo a la juliana, se deja que el ajo adquiera un color caramelizado, se le agrega el perejil picado y se retira del fuego. Luego se arma el plato con los mariscos y se le pone el aceite con el ajo y el perejil.

El restaurante tiene dos salones: uno cubierto con un techo alto de palma y ventiladores y otro climatizado. La decoración del lugar es sencilla pero cómoda. La atención es esmerada y bastante rápida. Es un lugar ideal para conversar. Además sirven paella y carnes rojas como el entrecot, lomito y el chuletón.