Los presidentes estadounidenses que han lidiado con Daniel Ortega

Reportaje - 05.03.2023
fidel castro en toma de posesion de daniel ortega

Siete presidentes han pasado por la Casa Blanca en Estados Unidos, mientras Daniel Ortega no sale del poder en Nicaragua. Te contamos quiénes han sido y cómo han lidiado con el caudillo sandinista.

Por Hans Lawrence Ramírez

El nombre de Daniel Ortega ha tenido que ver con el poder en Nicaragua desde 1979, cuando la dinastía somocista fue derrocada por la guerrilla del Frente Sandinista y se instaló en el país una Junta de Gobierno, de la cual Ortega fue el coordinador.

En 1985, Ortega fue elegido en elecciones controladas por la dictadura revolucionaria como presidente del país hasta 1990, cuando no pudo repetir tras ser derrotado por Violeta Barrios de Chamorro.

Ortega regresó al poder en 2007 y con artimañas, fraudes, pactos y violaciones a la ley y la Constitución Política, ha logrado mantenerse en el poder hasta este 2023 y si todo marcha según sus planes, seguirá siendo el presidente hasta 2026, o más.

En todos sus periodos, Ortega ha considerado a Estados Unidos como su principal enemigo. En ese país, mientras él ha sido presidente en Nicaragua, ha habido siete presidentes en ese país. Te contamos quiénes han sido POTUS (Presidente de Estados Unidos, por sus siglas en inglés), y cómo se llevaron con el caudillo rojinegro.

Daniel Ortega, Sergio Ramírez y Alfonso Robelo, fueron recibidos en 1980 por Jimmy Carter en la Casa Blanca. FOTO/ ARCHIVO

Jimmy Carter (20 de enero 1977 – 19 de enero 1981)

Jimmy Carter fue el presidente número 39 de Estados Unidos. Llegó al poder con la idea de promover la defensa de los derechos humanos. Sus críticos consideran que por eso comenzó a presionar y a desestabilizar a las dictaduras de derecha en Latinoamérica, porque eran represivas, pero, al mismo tiempo, se mostró demasiado comprensivo con las dictaduras de izquierda, como los sandinistas, porque no quería caer en el intervencionismo militar de sus antecesores.

Después del asesinato del director de LA PRENSA, Pedro Joaquín Chamorro Cardenal el 10 de enero de 1978, ocurriría una serie de eventos que concluirían con el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle. Además, Carter ya le había empezado a cortar ayuda militar y económica a Somoza porque tenía denuncias de violaciones a derechos humanos.

Cuando los sandinistas tomaron el poder en Nicaragua, Carter decidió establecer relaciones cordiales con ellos y gestionó una ayuda de 75 millones de dólares, pero en el congreso no estaban del todo convencidos de aprobar estos fondos.

Los sandinistas tenían un discurso confrontativo hacia Estados Unidos y en cada reunión se cantaba el himno del FSLN, el cual dice que “luchamos contra el yanqui, enemigo de la humanidad”. También estaba la preocupación de que los sandinistas apoyaran a las guerrillas de Guatemala y El Salvador, mientras que a Carter le preocupaba que Nicaragua se convirtiera en otra Cuba y por ello mantuvo una relación cordial.

El expresidente estadounidense Jimmy Carter. ARCHIVO

El congreso finalmente aprobó la ayuda para Nicaragua en 1980, pero con la condición de que no se involucraran en los asuntos internos de otros países. Los sandinistas, tratando de quedar bien con Carter, lo invitaron para la celebración del primer aniversario de la Revolución, pero como estaba en año electoral y quería reelegirse, decidió no ir para no boicotear su candidatura, además de que también llegarían enemigos de Estados Unidos como Fidel Castro y Yasser Arafat.

Carter no pudo reelegirse y los sandinistas perdieron el apoyo económico de Estados Unidos porque se dieron cuenta que habían proporcionado armas a la guerrilla de El Salvador.

Tras abandonar la presidencia, Carter no se fue al retiro, sino que se dedicó a promover la paz y la democracia a través del Centro Carter, fundado en 1982, mediante el cual ha continuado sus nexos con Nicaragua y ha sido clave como observador en varios procesos electorales, especialmente en 1990, cuando conminó a Daniel Ortega a aceptar la derrota y a propiciar una transición pacífica del poder.

Ronald Reagan (20 de enero de 1981 – 19 de enero de 1989)

El presidente número 40 de Estados Unidos fue el republicano Ronald Reagan, y estuvo al frente de ese país por dos periodos presidenciales. Para muchos, es el que puso mano dura a los sandinistas sobre todo por el financiamiento a la Contrarrevolución y el embargo económico que provocó escases en el país.

Reagan fue el principal promotor de ayuda a la Contrarrevolución y en una ocasión él mismo se declaró como “un contra más”. Luego, en mayo de 1985 llegó oficialmente el anuncio del bloqueo contra Nicaragua.

“Las acciones y políticas del gobierno de Nicaragua representan una amenaza extraordinaria contra la seguridad nacional y la política exterior de Estados Unidos”, argumentó Reagan para justificar la medida.

Mientras tanto, Daniel Ortega asumió como presidente el 10 de enero de 1985 y su gobierno ya había echado a andar el Servicio Militar para enfrentar a la Contra financiada por Reagan.

Ronald Reagan estuvo en dos periodos como presidente de Estados Unidos. ARCHIVO

En octubre de 1986, a los sandinistas les caería literalmente del cielo la mejor prueba contra Estados Unidos y de la cual, Daniel Ortega saca pecho hasta la fecha.

Un avión contra fue derribado cerca del río San Juan y el único sobreviviente era un norteamericano llamado Eugene Hasenfus, que al ser interrogado por los sandinistas confesó ser un abastecedor contratado por la CIA, y posteriormente, la administración de Reagan se vería involucrada en el escándalo Iran-Contra, en el que funcionarios del presidente estadounidense vendían armas al régimen iraní y con ese dinero financiaban a la contrarrevolución.

George Herbert Bush (20 de enero de 1989 – 19 de enero de 1993)

El republicano George H. Bush llegó en el periodo saliente de los sandinistas, cuando Daniel Ortega perdió las elecciones el 25 de febrero de 1990 en contra de Violeta Barrios de Chamorro.

En marzo de 1990, Bush le envió a Daniel Ortega “una carta sumamente constructiva”, según dijo el mismo Ortega en ese entonces.

George H. Bush levantó el bloqueo contra Nicaragua cuando los sandinistas dejaron el poder en 1990. ARCHIVO

Tras la salida de los sandinistas del poder, Bush levantó el bloqueo que había dejado Reagan a Nicaragua y brindó asistencia al gobierno de Barrios de Chamorro, según relató el ministro de la presidencia, Antonio Lacayo en su libro La Difícil Transición Nicaragüense.

George W. Bush (20 de enero de 2001 – 19 de enero de 2009)

Tras varios años en la oposición, Daniel Ortega regresó al poder el 10 de enero de 2007 mientras el hijo de George Herbert Bush, George Walker Bush, se encontraba terminando su segundo mandato al frente de Estados Unidos.

Cuando Ortega asumió el poder en 2007, Nicaragua se unió al bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA), junto a Venezuela, Cuba, Bolivia y otros países de la izquierda latinoamericana.

George W. Bush durante un discurso en Washington. ARCHIVO

El siguiente año, en Nicaragua se celebraron elecciones municipales en las cuales se dio el primer gran fraude electoral bajo la administración de Ortega. El Frente Sandinista se adjudicó la mayoría de las alcaldías a nivel nacional en medio de un ambiente de violencia.

La reacción del gobierno de Bush no se hizo esperar. Estados Unidos demandó transparencia en el proceso y suspendió a Nicaragua de la Cuenta Reto del Milenio el 11 de diciembre de 2008. La Cuenta representaba para el país unos 175 millones de dólares como parte de un fondo de cooperación.

La suspensión sería por tres meses, para darle tiempo al gobierno de Ortega de hacer una revisión de los resultados de las elecciones municipales, los cuales no fueron hechos, y en marzo de 2009 la junta directiva de la Cuenta ratificó la suspensión.

Barack Obama (20 de enero de 2009 – 19 de enero de 2017)

El primer presidente de raza negra en la historia de Estados Unidos fue el demócrata Barack Obama, quien estuvo en la Casa Blanca, mientras Daniel Ortega construía su dictadura en Nicaragua.

Primero, Ortega consiguió que la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia avalara su reelección, pese a que la Constitución lo prohibía. Luego, llegaría un nuevo fraude electoral en 2012, otro en 2013 y uno nuevo en 2016.

Barack Obama siendo juramentado como presidente de Estados Unidos en 2009. AFP

Estos fraudes fueron denunciados por la Organización de Estados Americanos, el Centro Carter, el grupo cívico Ética y Transparencia y demás organizaciones dedicadas a la observación electoral.

Para las presidenciales de 2016, fue que Ortega llevó a Rosario Murillo como su compañera de fórmula y, oficialmente, la convertiría en la número dos de su dictadura.

Donald Trump (20 de enero de 2017 – 19 de enero de 2021)

La administración de Donald Trump traería para Nicaragua una serie de sanciones en contra de funcionarios de Daniel Ortega, que se vieron involucrados en la represión contra las protestas sociales en 2018, y violaciones a derechos humanos.

El primer sancionado por la administración Trump fue Roberto Rivas, expresidente del Consejo Supremo Electoral (CSE) de quien Estados Unidos valoró que era el principal responsable de los fraudes electorales en Nicaragua.

Donald Trump firmando la Ley Nica Act. EFE

Posteriormente, con el estallido de la crisis política, vinieron más funcionarios sancionados entre los que se encuentran la esposa de Ortega, Rosario Murillo; sus hijos Laureano, Camila, Maurice, Rafael y Juan Carlos Ortega Murillo; su consuegro y jefe de la Policía, Francisco Díaz, y más de 20 funcionarios que Estados Unidos ha considerado como personajes claves de la represión.

Joe Biden (20 de enero de 2021 – actualmente en el cargo)

El actual presidente de Estados Unidos asumió la presidencia en el mismo año que Daniel Ortega consumó un nuevo fraude electoral y celebró elecciones presidenciales con precandidatos y opositores detenidos.

Joe Biden es el actual presidente de Estados Unidos. AFP

Daniel Ortega mencionó en un discurso en 2021 que estaba dispuesto a negociar con Estados Unidos, pero la administración Biden se mantuvo firme en su demanda de liberación de todos los presos políticos.

Finalmente, Ortega excarceló a 222 presos políticos y fueron desterrados a Estados Unidos, previo acuerdo con el Departamento de Estado y el embajador de ese país en Nicaragua, Kevin Sullivan.

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