Turismo, historia, cultura, gastronomía. Diez curiosidades que usted debería conocer sobre las ciudades más antiguas de Nicaragua
Por Dora Luz Romero
1- ¿Cuál es el origen del vigorón?
Según Jaime Wheelock Román, en su libro La comida nicaragüense, el vigorón, el plato más representativo de la gastronomía granadina, no sería originario de esta ciudad. Dice que el chicharrón con yuca era una comida que se les daba desde antes a los esclavos en los obrajes y laboríos de añil de Rivas, Nandaime, La Paz Centro y Nagarote. Era una comida barata, pues el chicharrón se consideraba en ese tiempo un subproducto del cerdo, casi de desecho, y la yuca se cosechaba copiosamente en la región. Sin embargo, el nombre con que se le conoce ahora es puramente granadino. Para 1914 una mujer llamada María Luisa Cisneros Lacayo, a quien le decían la Loca, ofrecía un platillo de yuca reventada, con un pedazo de chicharrón, ensalada de repollo, sal y chile, durante los partidos de beisbol que se celebraban en las cercanías del cuadro El Japón, en el barrio La Islita. Lo servía sobre una hoja de chagüite y decidió llamarlo “vigorón” porque, según ella, el plato tenía las mismas propiedades reconstituyentes que el Tónico Vigorón, un producto muy publicitado por entonces.
2- ¿Cuántos presidentes le ha dado León a Nicaragua? ¿Y Granada?
Desde Fruto Chamorro hasta nuestros tiempos en León han nacido siete presidentes de Nicaragua: Tomás Martínez, José Madriz, Juan Bautista Sacasa, Leonardo Argüello, Luis Somoza Debayle, René Schick y Anastasio Somoza Debayle. Mientras que en Granada han nacido cinco: Vicente Cuadra, Pedro Joaquín Chamorro Alfaro, Diego Manuel Chamorro, Benjamín Lacayo Sacasa y Lorenzo Guerrero Gutiérrez.
3- ¿Por qué hay un León Viejo?
Cuando Francisco Hernández de Córdoba fundó León en 1524 lo hizo a orillas del lago Xolotlán, cerca del poblado indígena chorotega llamado Imabite. Sin embargo, 86 años después de su creación, en 1610, los habitantes de esa ciudad decidieron trasladarse al sitio donde hoy se encuentra León. Desde el 26 de febrero de 1550 cuando fue asesinado fray Antonio de Valdivieso, los pobladores creían que la ciudad estaba maldita. Luego, llegaron erupciones, terremotos, calor excesivo, que reforzaban esa idea supersticiosa de la ciudad condenada. “Las causas del traslado se atribuyen a la presencia amenazante del volcán Momotombo y sus erupciones y temblores, las inundaciones provocadas por el lago Xolotlán, la insalubridad y otros factores”, explica el historiador Bayardo Cuadra.
Para 1603 —asegura Jorge Eduardo Arellano, en su libro Historia Básica de Nicaragua—, solamente quedaban diez casas habitadas.
El terremoto de 1610 fue la estocada final, todos los habitantes se marcharon, abandonaron la ciudad de la que hoy solo quedan ruinas, que, por cierto, fueron descubiertas por investigadores hasta la década de 1960. Por eso es que hay un León Viejo.
4- ¿Por qué se dice que los leoneses son pinches?
En tiempos de la Colonia, cuando León era la capital de Nicaragua, —cuenta el escritor y jurista Carlos Tünnermann—, las familias principales de este lugar vivían gracias al salario de los funcionarios coloniales. Recibían su salario una vez al año, así que debían administrarlo muy bien para que les rindiera hasta el siguiente pago. “Eso creó una psicología del ahorro. Tenían tendencia a economizar y por eso es que se han ganado la fama de pinches, porque son muy económicos”, dice Tünnermann. León en aquellos años era una ciudad de funcionarios, de universitarios. También había ganaderos, pero nunca fueron tan comerciantes como los granadinos.
5- ¿Cuál es el origen de la leyenda el Padre sin Cabeza?
Cuenta la leyenda que un hombre sin cabeza, vestido con sotana, zapatos negros y un rosario en las manos sale en medio de la oscuridad a recorrer las calles y atrios de las iglesias en busca de su cabeza. El origen de la leyenda depende del país donde sea contada, hay una versión para cada sitio en América Latina: Costa Rica, Panamá, México, Perú, Cuba... En Nicaragua se dice que esta historia está basada en un hecho la vida real que ocurrió hace 464 años. La leyenda, según cuentan, nace cuando el obispo fray Antonio de Valdivieso, sacerdote dominico, considerado un luchador por los derechos de los indios, fue brutalmente asesinado. Para completar la leyenda hay quienes dicen que Valdivieso fue decapitado, sin embargo no ocurrió así, pues murió apuñalado. Valdivieso fue el primer obispo mártir en América Latina. A inicios de este siglo sus restos fueron encontrados en León Viejo.
6- ¿Quién le llamó a Granada la Gran Sultana?
Se sabe quién y se sabe cuándo, pero el porqué de este nombre luce impreciso en esta historia. En 1882 la escritora española Emilia Serrano García, Baronesa de Wilson, se encontraba de visita en el país y llamó a Granada la “Gran Sultana”. Algunos dicen que fue por el lago que majestuosamente descansa a su orilla y otros que fue por el volcán que era conocido como “El Sultán”. Aparentemente solo fue una excentricidad de esta noble española, muy dada a bautizar los lugares que conocía. Ella misma bautizó a Masaya como la Ciudad de las Flores, un nombre que surgió luego de haber visto las cortinas de flores en las iglesias.
7- ¿Qué ciudad atrae más turistas? ¿León o Granada?
No hay cifras exactas, sin embargo según Lucy Valenti, expresidenta de la Cámara Nacional de Turismo (Canatur), la ciudad más atractiva para el turismo es Granada. Además de su oferta hotelera, gastronómica, sus atractivos naturales, es un sitio cercano a la capital y eso la pone en ventaja. Granada es vendida como el principal destino turístico de Nicaragua. León va en crecimiento —explica—, pero aún faltan ofertas para los turistas.
“Granada es una ciudad colonial, ubicada cerca de Managua, por lo general los turistas de negocios, que son un alto porcentaje, tienen la oportunidad de visitarla. Ha sido visitada por periodistas extranjeros que han escrito sobre ella, por lo que se ha promovido bastante; es una ciudad que gusta a los turistas que están pensando en retirarse también”, dice Valenti. El Festival Internacional de Poesía que se realiza año con año ha contribuido a posicionar la ciudad a nivel internacional.
8- ¿Quiénes eran los xaltevas?
Los xaltevas —explica el historiador Bayardo Cuadra— eran un asentamiento poblacional indígena establecido en las riberas del Gran Lago, en las cercanías del volcán Mombacho. La ciudad de Granada, en 1524, se trazó exactamente al lado de esta población.
Los xaltevas eran parte de la tribu de los chorotegas, también llamados mangues. “Llegó a nuestras tierras en la primera oleada de tribus migratorias procedentes de México que se asentaron en nuestro territorio”, dice Cuadra. Al momento de la Conquista, los chorotegas ocupaban la franja del Pacífico que abarcaba parte del actual departamento de León, y los ahora conocidos como Managua, Masaya, Carazo y Granada.
Los chorotegas se dividieron territorialmente: Nagrandanos y dirianes. Los nagrandanos poblaron León y Managua, mientras que los dirianes poblaron Carazo, Masaya y Granada.
9- ¿Cómo se formaron las isletas de Granada?
Existen varias teorías. En la Revista Conservadora de abril de 1964, en un texto titulado “Las Isletas” se recopilan algunas de ellas: que en una gran erupción del Mombacho las rocas más duras fueron expulsadas y estas cayeron sobre el lago; que son restos alterados de una corriente de lava, que son las estribaciones finales de una cordillera secundaria del Mombacho, que se tragaron las aguas cuando se levantó el istmo de Rivas. En lo que sí coinciden las teorías sobre la formación es que ocurrió hace miles de años y que las isletas son el resultado de la actividad volcánica del Mombacho, no en vano son conocidas como “Las Hijas del Mombacho”.
10- ¿De dónde salió el baile de La Gigantona?
La mujer de tres metros, vestida con colores llamativos se mueve al son de los tambores. Avanza por las calles de la ciudad junto al enano cabezón. Las raíces de este baile se ubican en la época de la Colonia, en León, y se trata de una influencia española. La Gigantona, que representaba a la mujer española, era una manera de que los indígenas protestaban en contra de la Corona. Contaba el escritor y maestro de generaciones Edgardo Buitrago que para 1945 la tradición estaba por extinguirse. Entonces él junto a fray Secundino García, Roberto Zamora y Humberto Sotomayor se dedicaron a impedirlo, estimulando a todos aquellos que habían participado de alguna manera en estos bailes. “Con nuestro estímulo y la decidida ayuda que nos prestó el alcalde general Alberto Reyes, volvieron a llenar de luz y alegría nuestras noches de Purísimas”, escribió Buitrago. Gracias al rescate de esta tradición es que las gigantonas “Tatiana”, “Princesita”, “Margarita”, “Paquita”, “Florentina”... se continúan tomando las calles de León y de otras ciudades del país.