Juan Caldera, del pollo al Tik Tok

Reportaje - 07.05.2023
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Se presenta como un hombre “querido por unos y odiado por otros”. Se cree un playboy, y habla de sí mismo en tercera persona. Comerciante, tiktoker, filántropo. Él dice que es cantante y otros dicen que es paramilitar. 

Por Hans Lawrence Ramírez 

A Juan Caldera se le puede encontrar en su oficina en el mercado oriental, o visitando las sucursales de su negocio a bordo de su Toyota Hilux gris. Otros días se le ve en una playa en calzoncillo dejando al descubierto su enorme barriga y lanzándose sobre las olas como si se tratara de un guardián de la bahía. 

En las redes sociales a Caldera le llaman “El Tío”, “Sugar Daddy”, “Sireno”, “Cupido”, “Baby Doll”, entre otros apodos que se ha ganado por los personajes que el mismo ha interpretado en sus videos y por los que se ha hecho viral. 

“Juan Caldera ha transcendido por sus personajes”, pero en las redes sociales hay quienes creen que él hace el ridículo. Una usuaria le escribió en uno de sus videos donde aparece bailando: “A las mujeres nos da la menopausia, pero a este le dio descachimbadopausia”. Otros usuarios le piden que haga una canción con Israel Lanuza, otro artista nicaragüense que también ha generado burlas.

"El Cupido" es uno de los personajes de Juan Caldera. Foto: Tomada de redes sociales

Sea lo que le digan, él se considera a sí mismo una persona famosa y pareciera creer que con el dinero puede obtenerlo todo. 

--¿Harías el amor conmigo por 100 dólares? - le preguntó en una ocasión a la presentadora Karly Fornos durante una entrevista en vivo transmitida por Canal 13 

-- Uy no – le respondió Fornos 

-- ¿Y por 10,000 dólares? 

-- No, tampoco 

Dejó de insistir. 

Desde 1988 está casado, pero tampoco tiene problema en hablar de su vida sexual con otras mujeres.  

--Mi fantasía sexual es que cuando me gusta una mujer, la alcanzo a cualquier costo. A cualquier medio – dijo en una entrevista 

-- ¿Cada cuánto realiza la acción? (sexo) 

-- Diario 

-- ¿Y siempre con la misma? 

-- No, porque aburre. Fui a Estelí ayer y temprano tuve relaciones con una chica muy guapa y me tocó dobletear en la noche con otra. 

Caldera tiene cuatro hijos, de los cuales dos son producto de relaciones extramatrimoniales. 

A sus 52 años, viste con estilo juvenil. Camisas tipo polo o camisetas con una chaqueta de cuero tipo rockero y pantalón jeans. Recientemente se pintó el pelo y la barba en amarillo. A veces usa gorra o sombrero y acompañado de gafas oscuras aunque no haya sol, y cuando puede, muestra sus dos brazos llenos de tatuajes. 

En los últimos años, Juan Caldera ha dado mucho de qué hablar. Pasó de ser un popular vendedor de pollos, a convertirse en un tiktoker, y ahora ha incursionado en la música. Para algunos, Caldera es una persona despreciable por su simpatía con la dictadura de Daniel Ortega. 

Sus críticos hasta lo han señalado de ser paramilitar y testaferro de Ortega, sobre todo por una foto que circuló en 2018 en donde se le ve con una escopeta en la mano junto a otras personas armadas. 

Esta es la foto de Juan Caldera con una escopeta que circuló en redes sociales en 2018. Foto: Tomada de redes sociales

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La historia de Juan Antonio López Caldera empieza el 7 de septiembre de 1971. Cuando nació, su madre Margarita Caldera trabajaba como vendedora ambulante en la zona de las sierritas de Santo Domingo. 

Su familia era de escasos recursos y a los siete años se iba con su madre a cortar algodón, maíz y frijoles y a vender refrescos. Son originarios de Nindirí y a los 12 años, vendía huevos con sus hermanos y su madre en el Mercado Oriental. Tomaban el tren de Nindirí hacia Managua, y dice Caldera que no sabían si iban a poder volver a su casa, porque tenían que vender cierta cantidad de huevos para obtener lo completo para el pasaje de regreso. 

El 10 de octubre de 1983 la familia fundó el negocio que hoy se conoce como Pollos Caldera, pero debido a la guerra y la escasez de la época, enfrentaron muchos altibajos. En varias ocasiones, recuerda Caldera, la Policía Sandinista le quiso decomisar quintales de maíz y frijoles a su mamá. 

“Vino mi mamá y (le dijo) “ni a vos ni a mi hijo de puta”. Partió el saco con un machete y ahí se desperdició todo el grano. Fueron varios años de lucha”, relata Caldera. 

En 1989, mientras estaba en una fiesta en Masaya, se lo llevaron para cumplir con el Servicio Militar Obligatorio y fue ubicado en Puerto Cabezas. “Me llevó la gran puta porque ahí me picaron unos zancudos como de cuatro pulgadas cada uno”, dice. Caldera solo estuvo en Servicio por seis meses, pues comenta que desertó. 

Un día le robó las armas a cuatro de sus compañeros y las fue a vender. Con el dinero le pagó a un señor para que lo llevara escondido en su camión de regreso a Nindirí. Después, llegó el triunfo de doña Violeta Barrios de Chamorro así que no tuvo miedo de que lo echaran preso por haber desertado. 

Con todos los gobiernos liberales Caldera dice que tuvo problemas. En 1992, recuerda que el viceministro de la presidencia de ese entonces, Antonio Ibarra Rojas, era el único que estaba trayendo pollo desde el exterior, y Caldera junto a otros comerciantes hicieron negocios con él. “Ese me estafó porque le pagamos y no nos dio el pollo”, relata.  

En el periodo de Arnoldo Alemán, su negocio estuvo cerrado por seis meses por órdenes de la Dirección General de Ingresos (DGI), y con Enrique Bolaños lo querían mover hacia el mercado Mayoreo porque le decían que él era un comerciante que vendía al por mayor. Cuando Daniel Ortega regresó al poder en 2007, todo le cambió para bien, reconoce.  

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La fecha que Juan Caldera jamás olvidará es la del 16 de diciembre de 2002. Ese día estaba de cumpleaños su esposa y a él se lo llevaron detenido por el delito de estafa. Él dice que era inocente, pero como el juzgado estaba de vacaciones en ese periodo, no pudo demostrarlo a lo inmediato, si no que tuvo que esperar hasta el 7 de enero del año siguiente. 

En las tres semanas que estuvo en prisión conoció a Byron Jerez, el ahora diputado que para entonces estaba detenido por corrupción y malversación de fondos. También compartió celda con Ramón Centeno Roque, otro acusado de estafa y de haber quebrado al menos un banco, entre otros personajes que ya no recuerda. 

“En ese tiempo estaba preso Byron Jerez y también Tirso Moreno, el que se tomó LA PRENSA, ahí lo conocí a ese jodido”, recuerda. Como Caldera ya era conocido como empresario con vínculos con los sandinistas, los demás presos lo tacharon de infiltrado y creían que llevaba la misión del Frente Sandinista de sacarles información. “Me acuerdo que Centeno Roque hasta llamó a su abogado para que investigara mi caso”, cuenta. 

En enero, Caldera fue absuelto porque, según cuenta, pudo demostrar que no había cometido ningún delito, pero después de la cárcel, se sabía caído en desgracia. Su negocio prácticamente estaba en la quiebra, nadie le quería dar crédito y tampoco le querían vender de contado porque tenía muchos problemas de administración y pagos retrasados. 

Caldera relata que se dedicó a buscar la manera de sacar su negocio de la ruina y, tras varios años de esfuerzo, pudo echarlo a andar nuevamente. Sus mejores años, reconoce, fueron cuando Daniel Ortega llegó al poder. No está claro el origen de su fortuna, pero de un día para otro, su negocio prosperó. “Es que así son los negocios”, comenta. 

Otro de los negocios que tiene Juan Caldera es la venta de pollo asado. ARCHIVO

Para 2010, se volvió habitual ver a Caldera haciendo obras de filantropía. Regalaba sillas de ruedas a niños inválidos, donaba pollo a escuelas y asilos de ancianos, llevaba juguetes y útiles escolares a comunidades pobres y hasta construyó parques infantiles en colegios públicos. 

Antes de 2018, Pollos Caldera tenía 66 sucursales en todo el país y su meta era abrir un puesto de pollo en cada uno de los 153 municipios de Nicaragua. Hoy, esa meta la ve muy lejos, dice, pues solamente tiene 10 sucursales a nivel nacional. La crisis económica lo ha golpeado, reconoce. 

La otra crisis que lo golpeó fue la pandemia. Antes del 12 de mayo de 2020, Caldera no creía en el virus del Covid19. El mismo grabó un video de siete segundos donde aparece diciendo: “Ya saben que todo al que escuchen toser, plomo y pal río”. También se burlaba de las medidas de seguridad que tomaban otras personas, se reía al ver a alguien con mascarilla y era uno de los que aseguraba que “no nos iba a dar eso”. 

Pero ese 12 de mayo, Caldera ingresó al Hospital Militar contagiado de Covid19. Estuvo grave, internado en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) y a punto de ser intubado, pero él se negó. 14 días estuvo en el hospital hasta que se recuperó. 

“Estuve a punto de morir por mi descuido, me burlé y sufrí en carne propia el virus y solo gracias a Dios estoy contando el cuento. Ahora, solo les puedo decir que tenemos que evitar aglomeraciones de gente, tenemos que evitar vivir la vida de antes, ya la vida cambió y no creo que vuelva a ser igual”, dijo Caldera al salir del hospital.

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En los últimos años, Caldera se ha visto envuelto en varios casos polémicos como el de su foto con la escopeta. Él dice que la foto sí es real, pero que fue sacada de contexto. El 22 de abril de 2018, cuando se produjeron una serie de saqueos a comercios de todo el país, Caldera recibió una llamada de uno de sus empleados que le decía que habían saqueado una de sus sucursales en Santo Domingo, y que también estaban amenazando con saquear la sucursal del Mercado Oriental. 

Caldera cuenta que suspendió un viaje que tenía programado para El Salvador y se fue para el mercado a tratar de resguardar su negocio. “Agarré un tubo, que era lo único que tenía, un tubo como de un metro y medio, y me fui de frente a los ladrones. Y digo ladrones porque no eran políticos, eran ladrones del barrio Jorge Dimitrov y de Ciudad Sandino”, relata. 

Según Caldera, otro grupo de comerciantes se unió a resguardar sus negocios y uno de ellos le dio la escopeta que aparece en la foto. “Levantamos nosotros las armas, pero en señal de que estábamos diciéndole a los delincuentes que estábamos dispuestos a dejar nuestras vidas si querían asaltarnos. Entonces nosotros pasamos acá en el mercado. Yo estuve casi tres meses cuidando el mercado. Yo, Juan Caldera, me traje una colchoneta y pasé aquí en mi oficina cuidando”, dice. 

Esa foto es la que han usado varias personas opositoras para acusarlo de ser paramilitar. El pasado mes de marzo, mientras Caldera estaba en un estadio de Miami viendo un partido de beisbol entre Nicaragua y Venezuela, un grupo de exiliados lo confrontó y provocó que lo sacaran del estadio. Le llamaron asesino y cómplice de la dictadura de Daniel Ortega. 

Caldera sostiene que la Policía no lo sacó del estadio, sino que lo llevaron a un lugar “mucho mejor” de donde estaba y en donde pudo ver el partido, y que está esperando una disculpa pública por parte de las personas que le gritaron ese día. 

“Nunca he matado a nadie, nunca he sido paramilitar, nunca ha sido un testaferro como me han dicho”, insiste, pero no oculta su simpatía por el Frente Sandinista y por Daniel Ortega, la cual ha sido “desde siempre”. 

Juan Caldera junto a otros fanáticos nicaragüenses en un estadio de Miami durante un juego de la selección de beisbol. Foto: Tomada de redes sociales

Caldera también ha tenido otros problemas que no tienen nada que ver con política. En mayo de 2021, un juez de familia lo sentenció a pagar 1,000 dólares mensuales en concepto de alimentos a favor de su hija de ocho años, a quien se negaba a pasarle dinero para su manutención. 

En la sentencia también se ordenaba a Caldera a pagar 325 dólares mensuales correspondientes al 50 por ciento del crédito hipotecario de la casa donde vive su hija menor bajo el cuido de la mamá, y a cubrir el 50 por ciento de los gastos de colegiatura de la niña desde la primaria hasta la universidad. La sentencia indica que Caldera dio “información tergiversada” después de afirmar que sus ingresos mensuales eran de 20,000 córdobas.  

En 2022, su hijo Norman Gabriel López Aguilar lo denunció ante el Ministerio del Trabajo (MITRAB) por despido injustificado. “Me vi en la penosa necesidad de llegar a estos extremos ya que Juan Caldera luego de explotarme por más de 10 años se negó a pagar mi liquidación y se llena la boca hablando de ladrones”, escribió en redes sociales. 

En otra publicación, López Aguilar acusa a Caldera de despedirlo mientras se encontraba de subsidio por un problema médico. “No sé para que menciona que es mi padre. Hay miles de testigos que saben que jamás me trató como un hijo. Ya se le olvidó que trabajo con usted desde los 8 años que me montaba carretas de pollo, huevo y leche. Cometió conmigo abuso y explotación infantil”, señaló. 

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Además de los escándalos familiares y legales, Juan Caldera ha llamado la atención por sus videos en Tik Tok y por su nueva etapa de músico. Todo empezó mientras él estaba en cuarentena tras haber salido del hospital por haberse contagiado de Covid19. En ese tiempo se fijó que su hija menor estaba haciendo muecas frente al teléfono. 

--¿Y qué estás haciendo chavala? 

-- A ver papá, te enseño. 

La hija le descargó la aplicación Tik Tok en el teléfono y después se puso él también a hacer muecas. Para su sorpresa, sus videos se hicieron virales a nivel mundial e incluso fueron compartidos por el rapero estadounidense Snoop Dog y por el youtuber español Auronplay. 

Actualmente, tiene 1.5 millones de seguidores en esa red social. Dice que el 30 por ciento de esos seguidores son mexicanos, 27 por ciento nicaragüenses, 14 por ciento colombianos y en menor escala de otras nacionalidades como Argentina, Chile, España y Estados Unidos. Según Caldera, lo siguen hasta artistas internacionales y jugadores de futbol famosos. 

“Esos seguidores no son porque lo admiren, si no porque es una persona que da gracia ver sus locuras”, dice un experto en redes sociales que solicita el anonimato por temor a represalias.  

El especialista indica, esa cantidad de seguidores en un país como Nicaragua, sí representa un numero importante, pero eso no quiere decir que sea una superestrella como Caldera piensa. “La gente no sigue a Juan Caldera para escuchar sus canciones o porque son sus fanáticos. Lo siguen para burlarse de él. Tanto en Nicaragua como en otros países”, agrega el experto. 

En 2021, Caldera decidió incursionar como cantante. “El canto lo traigo en mis venas porque mi papá, que en paz descanse, tenía un buen vibrato y yo lo traigo en la sangre, pero antes no lo podía desarrollar porque la música es cara”, comenta. 

Su canal en Youtube tiene poco más de 3,000 suscriptores y su video más visto tiene 37,714 reproducciones. Se trata de su canción Amor Sincero, de la cual saca pecho que es de su propia autoría y aprovecha cada momento de la entrevista para cantar una de las estrofas: 

Está de madrugada 

No he conciliado el sueño 

Estoy pensando en ti, en ti 

Espero un nuevo día,  

Para ir a buscarte 

Y aceptes mi amor, mi amor 

Te ruego no rechaces este amor 

Sincero 

Hasta la fecha, dice que tiene 21 composiciones musicales, pero su más reciente producción es un cover que hizo de la canción Sálvame, de la banda pop mexicana RBD, la cual también canta durante la entrevista: 

Sálvame del olvido 

Sálvame de la soledad 

Sálvame del hastío 

No me dejes caer jamás 

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