El doctor Alejandro Dávila Bolaños

Columnas - 08.06.2018

Alejandro Dávila Bolaños no es un hospital. Ni una dirección en Managua. Ni siquiera una historia. Es un hombre que decidió estudiar Medicina y que cuando hubo que decidir de qué lado de la historia tendría que colocarse, no dudó en poner sus conocimientos y esfuerzos, primero al servicio de los pobres, de los que no podían pagar una consulta médica, y luego, cuando estalló la guerra, al servicio de quienes luchaban para sacar a Nicaragua de una dictadura. Aunque eso le costara la vida.

Alejandro Dávila Bolaños era de Masaya y murió en Estelí, asesinado, ejecutado por la Guardia de Somoza, minutos después de hacer su última operación. De hecho estaba operando a un guerrillero herido cuando llegaron los guardias al quirófano y lo sacaron con otros dos. Los fusilaron ahí mismo, frente al hospital.

Magazine busca en esta edición rescatar la historia de este médico valiente que le dio su nombre al hospital militar que hay en Managua. Muchos es lo único que conocen de él.

La historia de Dávila Bolaños es oportuna en estos momentos que Nicaragua vive una nueva insurrección y los médicos han tomado protagonismo. Como Dávila Bolaños hemos visto médicos en las trincheras atendiendo heridos de la represión, hemos visto médicos rebelarse en los hospitales a las órdenes de no atender heridos de las protestas y hemos visto médicos atender gratuitamente a todos los que lleguen a sus clínicas o casas buscando socorro.

Pero también están los otros médicos que se convirtieron en una vergüenza para su profesión. Los que se negaron a atender a heridos porque no piensan como ellos, los que dejaron morir a personas porque les ordenaron no atenderlas, los que desde posiciones de poder ordenaron a hospitales y clínicas públicas no atender a los masacrados por el régimen. Como la doctora Sonia Castro, ministra de Salud y como Gustavo Porras, dirigente sindical y presidente de la Asamblea Nacional, de quien también le traemos su historia en esta edición.

Por estas y otras razones, es necesario hoy más que nunca conocer la historia de Alejandro Dávila Bolaños, el joven que fue, el novio y esposo, el revolucionario y “el doctor de los pobres” como le llamaban.

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