Felipe Natel estaba indescifrable en el montículo. Había retirado en fila a ocho bateadores nicaragüenses y ponchaba a seis. Melvin Novoa, el noveno bate de la Selección Nacional, observaba como sus compañeros desfilaban en la caja de bateo ante los cambios de velocidad del lanzador brasileño, que le soltó una recta y el receptor nicaragüense la conectó de cuadrangular para registrar la única carrera en el revés 4-1 de Nicaragua.
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Novoa logró uno de los cuatro imparables conseguidos este sábado por la tropa dirigida por Sandor Guido en el debut del clasificatorio del Clásico Mundial, que se está disputando en Panamá, donde la Selección Nacional lució prácticamente inofensiva ante Brasil. ”Hubo un poco de desesperación en el plato y faltó hacer ajustes”, analizó Novoa en conferencia de prensa. “Nadie quiere perder en este torneo. Esperamos mejorar mañana (este domingo) y en los próximos días podamos hacer los ajustes necesarios. Tenemos mentalidad positiva, entusiasmo, buena energía y actitud. Tenemos un buen equipo, es una derrota dura, pero depende de la actitud que tengamos en los siguientes días para salir adelante”, afirmó el receptor.
Serio y con la mirada perdida, Sandor no buscó excusa ante la derrota. “No se dio el resultado, a seguir pensando en que podemos, no bajar la cabeza y seguir de frente”, señaló el mánager de la Selección Nacional. “El pitcheo de Brasil no era de velocidad, sino rompiente, algo que no vemos a diario en el campeonato nacional (Pomares) de nosotros, pero es cuestión de ajustes, vamos a ver qué pasa y pensar en los juegos que vienen”, indicó el entrenador leonés, que aseguró no tener claro si presentará algunas variantes en la alineación contra Pakistán este domingo (11:00 a.m.,) en el partido de vida o muerte para seguir aspirando por el boleto al Clásico Mundial.