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Jason Casco a la espera de sentencia por el delito de conspiración para el crimen organizado. LA PRENSA/archivo

Jason Domingo Casco, conocido como el Rey León en el futbol nacional, se encuentra detenido. LA PRENSA/Archivo

Futbolista acusado de conspiración para el crimen organizado niega cargos. Esto es lo que alega

Un rol activo le atribuye la Fiscalía al exmiembro de la Selección Nacional de Futbol, Jason Casco, quien es señalado de ser parte de un grupo delictivo llamado Cainsa.

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Participar en los robos ingresando a los negocios donde se realizarían  los  atracos, hacer  labores de vigilancia en el perímetro del lugar del asalto y mantener contacto telefónico con otros miembros de la agrupación delictiva es la función que tenía asignada el otrora miembro de la Selección Nacional de Futbol, Jason Domingo Casco Juárez, de 29 años.

Así lo indica la acusación que por conspiración para crimen organizado le imputa la Fiscalía al futbolista y a otros ocho sujetos que integraban el grupo delictivo llamado Cainsa.

En el extenso escrito acusatorio presentado en el Juzgado Sexto Distrito Penal de Audiencia de Managua, se  señala que Jason Casco fue capturado junto con los otros acusados, con quienes tenía previsto robar a comerciantes, cambistas y prestamistas en Managua, Ciudad Sandino, Tipitapa y  acopios de café en la zona norte de Nicaragua.

Iba dando raid

Jason Casco, quien fue separado hace varios meses del equipo Juventus FC, afirmó  a su abogado defensor, Juan Miranda Tercero, que él no tiene nada que ver con el grupo delictivo Cainsa.

“Jason (Casco) iba para una farmacia cuando le salieron sus amigos Cristofer Cherlot Vargas Morales y Jairo Martínez Villalobos Campos, quienes le pidieron raid”,  refirió el abogado defensor.

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El experimentado abogado señaló que Casco desconocía que sus amigos Cristofer Vargas y Jairo Martínez  iban armados de pistola,  agregando que de los nueve acusados, el futbolista es el único que solo enfrenta un delito.

Casco fue seleccionado nacional por muchos años. LA PRENSA/Archivo

A los otros ochos acusados, la Fiscalía también les imputa el delito de portación  ilegal de armas y  en el caso de Cristofer Vargas también le atribuyen el delito de posesión de estupefacientes.

Caen en retén policial

Jason Casco fue capturado la mañana del pasado viernes en el kilómetro 9.5 de la Carretera Panamericana Norte, junto con los otros ocho acusados que se dirigían hacia el empalme de San Benito, según la acusación fiscal.

Las detenciones de la agrupación Cainsa se produjeron una tras otra, pues  primero fue arrestado Parnely  Rafael Picado, quien iba en una motocicleta, color azul, placa M-178-544, encabezando el grupo delictivo.

Posteriormente  la Policía detuvo en el mismo sitio a los acusados Alberto Josué Martínez, quien conducía la camioneta color negro, placas MY 18455  y donde también  fueron arrestados  Ismael Morales Ardón, quien viajaba en el asiento delantero derecho y Luis Enrique Castro quien iba en el asiento trasero.

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Seguidamente los oficiales del retén policial detuvieron el vehículo Hyundai plateado, placas M167788,  donde viajaba Rolando Martínez Joya y Jaime Enrique Vargas Morales, según la acusación fiscal.

El defensor (número 4) en un juego contra Haití. LA PRENSA/Archivo

El tercer vehículo retenido por la Policía en el sitio antes mencionado  es el Hyundai color gris, placas M 157788,  conducido por  el futbolista Jason Casco Juárez y donde iban como pasajeros Cristofer Vargas Morales y Jairo Villalobos Campos.

Policía encubierto

Entre las pruebas con las cuales la Fiscalía respalda la acusación contra los nueve imputados está el testimonio del policía encubierto denominado “Código Uno”, quien comenzó a investigar al grupo delictivo en enero de 2021.

El policía encubierto propuesto para declarar en un eventual juicio testificaría que la agrupación delictiva era jefeada por Jaime Vargas Morales, quien se encargaba de planificar y participar en los robos, además de asegurar el control absoluto del botín logrado en cada atraco.

Como segundo jefe aparece el sujeto Luis Enrique Castro, alias Cainsa, quien tenía como función participar en los robos, seleccionar previamente a las víctimas, cantidad de trabajadores del negocio donde iba a robar y la hora en que había menos personal.

Casco Juárez en uno de los partidos disputados contra Bolivia. LA PRENSA/Archivo

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El policía “Código Uno” también llegará decir al juicio que Cristofer Vargas Morales era el encargado de proponer a su hermano Jaime los nuevos candidatos para ingresar al grupo delictivo.

Las primeras víctimas

De acuerdo con las investigaciones hechas por el policía “Código Uno”,  los acusados tenían entre sus primeras víctimas robar en la ferretería Don Baratón, en Ciudad Sandino y después robarían en Jinotega.

En el caso de Jinotega, el plan era robar un acopio de café y para ello ya habían dispuesto de la logística necesaria y hasta habían establecido una ruta de escape, según las pesquisas hechas por la Policía.

Por los hechos antes mencionados los nueve acusados deberán esperar  bajo prisión preventiva la audiencia inicial programada para el próximo 3 de marzo en el Juzgado Sexto Distrito Penal de Audiencia de Managua. En esa audiencia es que se decidirá si son enviados a juicio o no.

El Código Penal de Nicaragua castiga con pena de uno a cinco años de prisión el delito de conspiración para cometer crimen organizado.

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