Reglamento ético. Es oficial la anulación del Reglamento de Ética Electoral. Así lo estipula La Gaceta, Diario Oficial, publicada este 10 de agosto. El documento argumenta que “bajo ninguna circunstancia pretendió menoscabar la libertad de expresión”.
“Que bajo ninguna circunstancia ha existido ningún acuerdo, reglamento y disposición alguna que pretenda menoscabar la libertad de expresión, principio fundamental de nuestra democracia y práctica del Estado de Nicaragua, en apego y respeto irrestricto a la libertad de expresión y todos los derechos que esto conlleva”.
Además, la disposición detalló que “el tema de ética en asuntos electorales únicamente se regirá por lo señalado en la Constitución Política de Nicaragua y la Ley Electoral”.
SIN RATIFICACIÓN
El Reglamento de Ética circulado a las organizaciones políticas, desde su publicación el 21 de julio, también en La Gaceta, y que posteriormente causó revuelo en la opinión pública por ser catalogado como “mordaza a la libertad de expresión”, “no tuvo ni tiene ningún efecto legal, puesto que no fue ratificado después de la consulta”, acordó la disposición, hecha efectiva ayer.
El reglamento establecía, en el artículo 1, regular a “comunicadores sociales, propietarios, directores y presentadores de programas de comunicación social, sitios web y redes sociales… y ciudadanía en general”.
El artículo 2 manifestaba que “la campaña electoral será eminentemente educativa y formativa de los valores cívicos de la ciudadanía nicaragüense, los sujetos relacionados en el artículo anterior (medios, presentadores, comunicadores, usuarios de redes sociales, etcétera) o las personas que hagan uso de los medios señalados están obligados a contribuir al proceso electoral y particularmente con la campaña política”.
El CSE, dirigido por Roberto Rivas, ha sido denunciado de cometer cuatro fraudes electorales desde 2008 a favor del partido gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). La Misión de Observación Electoral de la Unión Europea (MOE-UE) dejó registro en su informe final sobre los comicios generales de 2011 que hubo un retroceso en la “calidad democrática” de los procesos electorales en Nicaragua, por la “escasa transparencia y neutralidad” con que fueron administrados.