Ramón Villarreal Bello
Los pescadores nicaragüenses que aprovechan las aguas que fueron recuperadas por Nicaragua a raíz del fallo de la Corte Internacional de Justicia (CIJ), el 19 de noviembre 2012, aseguran que en la zona la presencia de las fragatas colombianas es permanente e incluso, hasta con medios aéreos, mientras que la Fuerza Naval nicaragüense tiene limitada presencia. Los colombianos les comunican vía radiocomunicadores que ese territorio es de Colombia.
En la sentencia, La Haya otorgó a Nicaragua una franja marina en esa zona que en Nicaragua calculan en unos 90,000 kilómetros cuadrados.
Aunque Nicaragua asegura haber tomado posesión de esas áreas delimitadas por el fallo, Colombia continúa sin reconocer de manera oficial la resolución y renunció al Pacto de Bogotá (1948) que reconoce la jurisdicción de la CIJ.
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De acuerdo con grabaciones hechas por pescadores nicaragüenses, desde los buques colombianos se envían advertencias a embarcaciones nacionales y a la misma Fuerza Naval, de que no acatan la sentencia de la CIJ en favor de Nicaragua.
El 29 de enero de 2014, la armada colombiana dijo por radio a la Fuerza Naval de Nicaragua, que “no es aplicable el fallo de La Haya, por lo tanto, las unidades de la Armada de la República de Colombia continuarán ejerciendo soberanía sobre estas aguas”.
Los miembros de la Fuerza Naval de Nicaragua respondieron que ese era territorio nicaragüense y para cerrar le dicen a los colombianos “que tengan buen día”.
BUQUE RECIBE MENSAJE
Ese mismo día, la embarcación Snayder de bandera nicaragüense, que salió del Bluff, se encontraba faenando en la zona y recibió el mensaje de la misma fragata militar colombiana: “son aguas jurisdiccionales de Colombia y seguiremos ejerciendo soberanía”.
El capitán de la embarcación nicaragüense les respondió que esa orden no sería acatada porque “hasta donde yo sé, estamos en aguas nicaragüenses, sino aceptan es problema de ustedes”.
De la fragata colombiana aseguran que “por decisión del Gobierno se ha permitido que ustedes permanezcan en esta área ejerciendo labores de pesca”.
En la conversación en poder de LA PRENSA se escucha que los pescadores dicen que “se iba a armar (un conflicto)”, pues habían dos fragatas colombianas y apenas una embarcación nicaragüense.
LA PRENSA consultó con el coronel Manuel Guevara Rocha, jefe de Relaciones Públicas del Ejército, pero este refirió que harían las consultas correspondientes para luego pronunciarse sobre el caso.
PESCADORES NICAS NO SE AMEDRENTAN
Dijo que los pescadores nicaragüenses antes del fallo entraban a faenar por la noche, para no ser abordados por buques colombianos, pero que a partir del fallo los mensajes de las patrulleras colombianas son a cada rato, sin embargo, los pescadores no se amedrentan y siguen faenando.
Otro pescador que no quiso ser identificado dijo que la presencia militar colombiana en la zona es mayor que la de nuestro país. “De los colombianos andan varias fragatas, y hasta helicópteros, y de la Fuerza Naval de Nicaragua, con costo anda un buque que no tiene capacidad para cubrir todo el territorio marítimo asignado”, explicó.
PREOCUPA ACTITUD DE COLOMBIA
Guillermo Membreño Zelaya, maquinista de la embarcación Delfín 3, dijo que lleva nueve años de faenar en las aguas del Caribe, y para los nacionales fue un gran logro el fallo de La Haya, sin embargo, explicó que les preocupa que los colombianos no quieran acatarlo y los presionen con mensajes de que andan faenando en aguas colombianas.
Desde que la pesca artesanal en el Pacífico se ha visto afectada por los cambios climáticos y la pesca inadecuada, varios pescadores de San Juan del Sur y de otras partes del Pacífico se han ido a faenar al Caribe.
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